Estimación de la mortalidad de aves y quirópteros en Parques Eólicos Terrestres

La Península Ibérica es uno de las regiones con mayor implantación de energías renovables en el mundo, siendo pionera en la investigación y desarrollo de tecnologías orientadas a la producción de energía eólica. No obstante, como toda infraestructura, la implantación de parques eólicos provoca afecciones sobre el medo ambiente que es necesario determinar.

Uno de los principales impactos que supone la entrada en funcionamiento de un parque eólico sobre la fauna silvestre es la mortalidad de aves y murciélagos, causada principalmente por su colisión con las palas de los aerogeneradores, y en menor medida con las líneas eléctricas de evacuación de energía. Este hecho, que en ocasiones pasa desapercibido, puede ocurrir con relativa frecuencia si el emplazamiento de los molinos no es el más adecuado desde el punto de vista faunístico (zonas de paso entre valles, rutas de migración, etc.)

La realización de un seguimiento específico de mortalidad es una herramienta muy útil que permite estimar con cierta precisión la mortalidad que un parque eólico puede estar generando sobre la comunidad de aves y murciélagos de un territorio. En este sentido, BIOSFERA Consultoría Medioambiental cuenta con una amplia experiencia en la realización de seguimientos ambientales, especialmente en Parques Eólicos.

En la última década se han realizado estudios de gran magnitud en parques eólicos que han permitido el desarrollo de diferentes métodos estimativos de la mortalidad a partir de los datos de colisiones obtenidos en campo. En general, todos ellos requieren el mismo tipo de información para poder llevar a cabo la estimación:

–    Número de colisiones observadas a lo largo de una campaña de muestreo (normalmente anual).
–    Intervalo de tiempo entre muestreos (días).
–    Número total de aerogeneradores y número muestreado.
–    Probabilidad de detección de cadáveres por parte del observador.
–    Tasa de desaparición de cadáveres (carroñeros, degradación…).

Para la obtención de los dos últimos valores es necesario realizar ensayos previos, preferentemente en cada estación y una vez al año. En el primer caso, la tasa de detectabilidad de cadáveres de un observador se determina en base al número de cadáveres localizados del total de cadáveres que han sido colocados por otro persona de manera aleatoria en los diferentes aerogeneradores de que consta el parque. En el segundo caso, la tasa de desaparición de cadáveres viene a reflejar cuanto tiempo permanece un cadáver tras colisionar antes de desaparecer, bien sea por depredación u otras causas, de manera que ya no sea posible contabilizarlo. Los ensayos de este tipo parten de la ubicación de un número determinado de cadáveres de diferentes tamaños de manera aleatoria en el parque eólico, registrando en visitas posteriores cuantos cadáveres van desapareciendo hasta el final del ensayo.

Un ejemplo sencillo es el estimador de mortalidad de Erickson et al. (2000), que viene definido por:

Donde m es el número total estimado de colisiones en el parque eólico en el periodo de muestreo, N es el número de turbinas, I es el intervalo de muestreo en días, C es el número total de cadáveres localizados en el periodo de muestreo, k es el número de turbinas muestreado, t es el tiempo medio que permanece un cadáver tras colisionar antes de desaparecer y p es la eficiencia de búsqueda del observador.

Puedes consultar más información en las secciones de Seguimiento Ambiental y Energías Renovables en página web de BIOSFERA.

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